Sunday, April 27, 2008

The Arrival


My son Dakota with Marcos Lema.
Mi hijo Dakota con Marcos Lema.



Marcos posing in the snow with my children McKenna, Dakota, and Whitney.
Marcos posándose en la nieve con mis hijos McKenna, Dakota, y Whitney.


Going back in time, I wish to recount as many events as possible from the Ecuador Youth Leadership Exchange. When I worked in the midst of the project, I hardly had any time to make a journal, but now I have an opportunity to reflect on the events of the past several weeks.

The students arrived a day late because of canceled flights in Dallas and missed connections in Seattle. This caused a great degree of confusion and anxiety for those of us waiting in Spokane. Then the weather took a turn for the worse and delayed the flight even more. By the time the students finally arrived, our group had already spent more than five hours in the airport worrying. But as I said before, when I finally saw their faces, all my worries went away. I felt my heart open to these young people from the moment I first saw them.

They arrived near the end of March, and yet they arrived to see quite a magnificent snowstorm. Many of us in Spokane cursed the snow, but none of the students had ever seen such a thing up close. They were enchanted by the beauty of the snowy sky.

After each family connected to their respective students, my family connected with one of the adult leaders, Marcos Lema. He would stay in our home for the duration of the exchange. On the evening of the arrival, we went home briefly, took photographs in the snow, and then went out for a family dinner.

La Llegada

Regresando a un tiempo pasado, deseo contar lo más que sea posible del Intercambio de Liderazgo para Jóvenes de Ecuador. Cuando yo trabajaba en medio del proyecto, casi no tenía tiempo para escribir un diario completo, pero ahora tengo la opertunidad de reflexionarme sobre los eventos de las últimas semanas.

Los estudiantes llegaron un día atrasados por unos vuelos cancelados en Dallas, y unas connecciones perdidas en Seattle. Esto causó un grado enorme de confusión y ansiedad para nosotros que esperábamos en Spokane. Entonces el clima se volvió mal y se atrasó el vuelo aún más. En la hora que los estudiantes por fin llegaron, ya habíamos pasado preocupándonos cinco horas en el aeropuerto. Pero, como dije antes, cuando por fin vi las caras de los estudiantes, toda mi ansiedad se desapareció. Yo sentí abrir mi corazón a los jóvenes desde el primer momento en que los vi.

Los estudiantes llegaron a fines de Marzo, pero aún así llegaron para ver un tormento magnífico de nieve. Muchos de nosotros que somos de Spokane maldecimos a la nieve, pero ninguno de los estudiantes había visto tal cosa de tan cerca. Estuvieron encantados por la belleza del cielo nevado.

Después de que cada familia se conectó a sus esudiantes respectivas, mi familia se conectó con uno de los líderes adultos Marcos Lema. El quedaría en nuestro hogar por la duración del intercambio. En la noche de su llegada, fuimos brevemente a casa, tomamos fotos de la nieve, y luego fuimos a una cena con la familia.

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